El abordaje académico de los derechos humanos en el contexto de Paraguay.

Por Julia Helena Fernández Albertini.

Garantizar el respeto y promoción de los derechos humanos es de fundamental importancia para construir una sociedad justa y equitativa, y es la base del desarrollo de un país. Esto, requiere no solo de la voluntad política de los actores estatales, sino también de un compromiso colectivo que integre la educación y el conocimiento como herramientas esenciales. En el contexto de Paraguay, en el que conviven por un lado, un rico desarrollo legislativo y un crecimiento de la institucionalidad en derechos humanos, por otro, persisten las desigualdades estructurales y otros grandes desafíos en materia de derechos Humanos. En ese sentido, el enfoque académico de los DDHH es una oportunidad invaluable para fomentar el análisis crítico, la investigación y la formación de líderes comprometidos con la defensa de estos derechos.

La educación superior y la investigación desempeñan un rol fundamental e indelegable para el fortalecimiento y la búsqueda de garantía de estos derechos, siendo el abordaje de los mismos desde una perspectiva académica, una herramienta que permite analizar las causas de las problemáticas sociales, evaluar políticas públicas y proponer soluciones basadas en evidencia.

La incorporación de los derechos humanos en los planes de estudio de universidades y centros de formación - muy particularmente en aquellos que pueden generar incidencia en las personas tomadoras de decisiones y gestoras de políticas públicas - enriquece el aprendizaje y prepara ciudadanos, autoridades y profesionales más conscientes de su responsabilidad social. La formación de abogados, jueces, trabajadores sociales y docentes con una perspectiva de DDHH puede tener un impacto directo en la promoción de la equidad y la justicia en Paraguay.

Adicionalmente, la academia ofrece un espacio para el debate y la reflexión crítica sobre temas sensibles, como la discriminación hacia comunidades indígenas, las desigualdades de género o los derechos de las personas mayores y personas con discapacidad. Este enfoque contribuye a poner en relieve problemáticas muchas veces invisibilizadas en la esfera pública, que requieren una mirada especializada, y a desarrollar estrategias para hacerlo de manera efectiva.

Así mismo, la investigación académica en derechos humanos tiene la enorme oportunidad de transformar realidades al aportar datos y análisis que fundamenten las políticas públicas, lo cual es uno de los temas centrales en el accionar estatal. Es por eso que, en nuestro país, es esencial fomentar estudios que aborden de manera sistemática y con una visión holística, las realidades de todos los sectores de la población, sin dejar a nadie atrás.

A su vez, las investigaciones pueden identificar y analizar casos de éxito y buenas prácticas, tanto a nivel nacional como internacional, brindando ejemplos replicables que se adapten al contexto local, facilitando esto, la aplicación práctica de los estándares de derechos humanos en beneficio de la sociedad.

No es menos importante, recordar que Paraguay, es signatario de numerosos tratados internacionales de derechos humanos y se encuentra además comprometido con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y bajo el crisol académico, tiene la oportunidad de alinear el trabajo educativo y de investigación con estos compromisos, ya que desde esta perspectiva es posible garantizar la comprensión de las obligaciones internacionales del Estado y las herramientas disponibles para exigir su cumplimiento. Esto resulta en un beneficio adicional sumamente importante, ya que esta mirada permite preparar a los futuros líderes del Paraguay para desempeñarse en espacios internacionales con una mirada amplia y multidisciplinaria.

El abordaje académico de los derechos humanos en Paraguay entonces nos permite integrar los derechos humanos en todos los niveles, democratizando el conocimiento e incorporándolo en la cotidianidad de ciudadanos y tomadores de decisiones. Esta debe ser una política de estado que promueva la formación de profesionales críticos, la generación de conocimiento basado en evidencia y el cumplimiento de los compromisos internacionales del país. Es fundamental que las universidades, centros de investigación y espacios educativos asuman este desafío, fortaleciendo así una cultura de derechos humanos que beneficie a todas las personas en Paraguay.