Situación de la Trata de Personas en Paraguay (2025): Explotación Laboral, Trabajo Esclavo y Criadazgo.
- Andrés Vázquez
- 13 feb
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Este artículo es parte de la ponencia presentada en la "Capacitación para formadores. Trata de seres humanos y explotación laboral en el sector agrícola" el 19 de febrero de 2025 en la Universidad Mackenzie (San Pablo, Brasil).
Introducción
La trata de personas es una grave violación de los derechos humanos que afecta a miles de personas en Paraguay y la región. Definida por el Protocolo de Palermo (2000) como "la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas recurriendo a la amenaza, el uso de la fuerza u otras formas de coacción con fines de explotación", esta problemática adopta diversas modalidades en el país, entre ellas la explotación laboral, el trabajo esclavo y el criadazgo. Paraguay enfrenta desafíos estructurales para combatir este delito, en particular debido a la pobreza, la falta de oportunidades y la alta informalidad laboral.
Recientemente, en la Reunión Anual del Foro Económico Mundial (2025) se remarcaba que más de 50 millones de personas son víctimas de esclavitud moderna en todo el mundo y el trabajo forzoso genera 236 000 millones de dólares en beneficios ilegales al año. Esta violación de Derechos Humanos abarca industrias y naciones, alimentando vulnerabilidades sistémicas.
De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el trabajo forzoso genera anualmente 236 000 millones de dólares en beneficios ilegales, desviando recursos del sector formal y generando altos costos para las instituciones públicas, que pueden alcanzar hasta 250 000 dólares por víctima en aplicación de la ley, atención médica y apoyo. A pesar de su condena en tratados internacionales como el Convenio sobre el Trabajo Forzoso de la OIT y los ODS 8.7 de la ONU, la esclavitud moderna sigue en aumento, impulsada por crisis globales como la pobreza, migración, conflictos y el cambio climático. En 2021, más de 23,7 millones de personas fueron desplazadas por eventos climáticos, aumentando su vulnerabilidad a la explotación y la trata. Este panorama evidencia las fallas de los enfoques actuales y la urgencia de fortalecer políticas nacionales e internacionales contra la esclavitud moderna.
En Paraguay, la explotación laboral presenta características que podrían interpretarse como una naturalización de prácticas laborales precarias. Un indicador significativo es la elevada tasa de informalidad laboral: aproximadamente 7 de cada 10 trabajadores se encuentran en la informalidad, lo que limita su acceso a derechos laborales y a la seguridad social. (MTESS, 2022) Además, el trabajo infantil sigue siendo una problemática relevante. Según datos de UNICEF, en Paraguay existen aproximadamente 265.411 niños y niñas de entre 5 y 17 años que se ven obligados a trabajar, muchos de ellos en condiciones peligrosas y de explotación.
Estas cifras reflejan una aceptación implícita de condiciones laborales deficientes, especialmente en áreas rurales y entre poblaciones vulnerables. La persistencia de estas prácticas sugiere una necesidad urgente de fortalecer las políticas públicas y las acciones de fiscalización para garantizar condiciones laborales dignas y erradicar la explotación laboral en el país.
Trata de Personas y Explotación Laboral
La trata de personas con fines de explotación laboral en Paraguay afecta principalmente a sectores agrícolas, de la construcción, el servicio doméstico y el trabajo en talleres clandestinos. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, 2023), Paraguay es un país de origen y tránsito de víctimas de trata, muchas de las cuales son captadas en comunidades rurales y trasladadas a ciudades o al extranjero con promesas de empleo digno que derivan en condiciones de explotación.
En el ámbito internacional, paraguayos y paraguayas han sido identificados en situación de trata en países como Argentina, Brasil y España, donde son sometidos a condiciones de semiesclavitud. El Departamento de Estado de los Estados Unidos (2023) ha señalado que Paraguay no cumple completamente con los estándares mínimos para la eliminación de la trata, aunque ha realizado esfuerzos significativos para mejorar la identificación de víctimas y la persecución penal de los responsables.
Un estudio realizado en el año 2021 (Vázquez, Sánchez, Fernández y Vidomlansky, 2021) en base a un grupo de 119 niños, niñas, adolescentes y jóvenes de ambos sexos “depositados” en puesto fronterizo con Brasil durante la pandemia de COVID-19, permitió visibilizar el vínculo entre la migración irregular, la trata de personas y explotación laboral y el impacto de los factores relacionado en el entorno de origen “que suponen una vulneración de derechos humanos, como la desigualdad, la pobreza, la discriminación y la violencia por razón de género”, situaciones que “contribuyen a crear situaciones de privación económica y condiciones sociales que restringen las opciones personales” que son aprovechadas tanto por traficantes, tratantes y personas explotadoras. Adicionalmente, el artículo señala que el 43% viajó solo/a y casi el 40% del resto viajó con sus padres o algún familiar con el fin de “conseguir trabajo en el exterior”, confirmando el fenómeno en el cual la mayoría de los casos de explotación identificados en investigaciones internacionales en la que se conocen víctimas paraguayas, se trata de casos en los que las personas migraron voluntariamente en busca de mejorar sus condiciones de vida.
Trabajo Esclavo y Esclavitud Moderna
El trabajo esclavo, una forma extrema de explotación laboral, sigue presente en Paraguay, especialmente en el ámbito rural. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2023), existen denuncias sobre condiciones de trabajo forzoso en el sector agrícola, en particular en la cosecha de yerba mate y en la industria maderera. Factores como la falta de inspecciones laborales efectivas y la impunidad contribuyen a la persistencia de estas prácticas.
El Estado paraguayo ha adoptado medidas legales para combatir el trabajo esclavo, incluyendo la Ley Nº 4788/12 de Trata de Personas y su Plan Nacional de Prevención y Combate a la Trata. No obstante, la debilidad institucional y la corrupción en la aplicación de la ley continúan siendo obstáculos.
Criadazgo: Explotación Infantil Normalizada
El criadazgo es una práctica extendida en Paraguay que consiste en la entrega de niños y niñas por parte de familias de escasos recursos a hogares más acomodados, donde supuestamente recibirán educación y mejor calidad de vida a cambio de trabajo doméstico. Sin embargo, esta práctica frecuentemente encubre situaciones de abuso, explotación y maltrato.
Según un informe de Global March Against Child Labour (2022), Paraguay es uno de los países de América Latina con mayores niveles de niños, niñas y adolescentes sometidos a criadazgo, con estimaciones que superan las 40.000 víctimas. Estas personas carecen de protección legal efectiva y muchas veces son invisibilizadas por las autoridades.
Explotación Laboral en el Sector Agrícola en Paraguay
En Paraguay, la trata de personas con fines de explotación laboral en el sector agrícola es una problemática reconocida que afecta principalmente a poblaciones vulnerables, incluyendo comunidades indígenas. Estas comunidades, especialmente en áreas rurales como el Chaco, enfrentan prácticas de servidumbre por deudas y otras formas de trabajo forzoso. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en países como Paraguay, Bolivia y Perú, se han adoptado medidas significativas para combatir el trabajo forzoso en el sector agrícola, desarrollando políticas en colaboración con organizaciones de empleadores y trabajadores.
La Estrategia Nacional de Prevención y Erradicación del Trabajo Forzoso en Paraguay reconoce el trabajo forzoso como una forma moderna de esclavitud y un atentado contra los derechos humanos, enfatizando la importancia de políticas públicas integrales para su erradicación. A pesar de estos esfuerzos, persisten desafíos significativos. En 2024, se reportó la liberación de cuatro niños y once hombres paraguayos que eran víctimas de trata laboral en una plantación de yuca en Brasil, lo que evidencia la continuidad de estas prácticas y la necesidad de fortalecer las medidas de prevención y protección.
Esta situación se agrava en sectores específicos, como la región del Chaco, donde según un informe de 2017 se han reportado numerosos casos de trabajo forzoso y servidumbre por deudas, afectando principalmente a comunidades indígenas y trabajadores rurales. No existe información reciente sobre casos denunciados o investigados en el país producto de la trata interna.
Determinantes Sociales de la Explotación Laboral en Paraguay
Según UNICEF , los niños, niñas y adolescentes representan la mitad de la población en condición de pobreza en Paraguay. Actualmente, el 37,9% de este grupo etario vive en situación de pobreza, con un 31,6% afectado por pobreza moderada y un 6,3% en pobreza extrema.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE, 2025) de Paraguay, el 15,7% de los jóvenes, equivalente a 233.080 personas, se encuentra en situación de pobreza, mientras que el 8,6% (66.806 jóvenes) está en pobreza extrema, sin poder costear una canasta básica de alimentos de G. 12.000 diarios por persona. La distribución de la pobreza juvenil varía significativamente entre regiones, con una mayor incidencia en el interior del país (18% en pobreza total y 8,6% en extrema) frente a las zonas urbanas (14% y 2,2%, respectivamente). Estas cifras evidencian desafíos estructurales en términos de desarrollo social y económico, afectando especialmente a las nuevas generaciones.
Los datos oficiales demuestran que la vulnerabilidad económica de la juventud está condicionada no solo por el ingreso, sino también por factores como el acceso a la educación y al empleo. El 22,3% de los jóvenes se dedica exclusivamente al estudio, el 47,6% al trabajo y el 17,4% combina ambas actividades. Sin embargo, preocupa que el 13% de la juventud, aproximadamente 195.000 personas, se encuentre en inactividad, sin vinculación con el sistema educativo ni el mercado laboral, lo que los coloca en una situación de alto riesgo social y económico.
La explotación laboral en Paraguay es el resultado de múltiples factores estructurales que perpetúan la vulnerabilidad de ciertos sectores de la población. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2023), la pobreza, la desigualdad económica y la informalidad laboral son algunos de los principales motores de esta problemática, ya que obligan a muchas personas a aceptar condiciones de trabajo precarias, sin protección legal ni acceso a derechos laborales básicos.
Uno de los factores más críticos es la alta tasa de informalidad laboral, que según el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS, 2022) supera el 60% de la población ocupada. Esto implica que una gran parte de los trabajadores carece de acceso a seguridad social, protección contra abusos y mecanismos legales de defensa. Sectores como la agricultura, la construcción, el servicio doméstico y los talleres clandestinos son especialmente vulnerables a la explotación laboral debido a la falta de fiscalización efectiva.
Además, la migración interna y externa juega un papel clave en la explotación laboral. Las personas que se trasladan de zonas rurales a urbanas en busca de empleo enfrentan mayores riesgos de explotación en el servicio doméstico y el sector agrícola. De manera similar, la trata de personas con fines de explotación laboral ha sido identificada en paraguayos migrantes en Argentina, Brasil y España (Departamento de Estado de EE.UU., 2023). La falta de oportunidades laborales y la escasa presencia de programas de inserción laboral incrementan el riesgo de caer en redes de explotación.
Otro determinante relevante es la falta de acceso a educación de calidad y capacitación técnica, lo que limita las oportunidades de empleo formal. La OIT (2022) señala que los niveles educativos bajos están fuertemente correlacionados con la precarización del trabajo. Asimismo, la discriminación de género y la normalización de prácticas como el criadazgo y el trabajo infantil agravan la situación de ciertos grupos, particularmente mujeres y niñas en sectores de servicio doméstico, donde la brecha salarial y la falta de derechos laborales son persistentes.
La debilidad en la aplicación de leyes laborales y la corrupción en algunos sectores gubernamentales dificultan la erradicación de la explotación laboral. Aunque Paraguay ha ratificado convenios internacionales sobre derechos laborales, su implementación efectiva sigue siendo un desafío (UNODC, 2023). La crisis climática y los desastres naturales también han incrementado los desplazamientos forzados, empujando a comunidades rurales a aceptar empleos bajo condiciones abusivas (Banco Mundial, 2023).
Para combatir la explotación laboral en Paraguay, es fundamental fortalecer la fiscalización del trabajo, mejorar los programas de formalización del empleo, ampliar la cobertura de protección social y garantizar el acceso a la justicia para las víctimas de explotación. Una respuesta integral y coordinada entre el Estado, el sector privado y la sociedad civil es esencial para erradicar estas prácticas y garantizar condiciones laborales dignas para todas las personas.
Desafíos y Recomendaciones
Si bien Paraguay ha avanzado en la legislación contra la trata de personas y la explotación laboral, es necesario fortalecer la aplicación de la ley, mejorar los mecanismos de identificación de víctimas y garantizar la protección efectiva de los derechos de las personas afectadas. Algunas recomendaciones incluyen:
Fortalecimiento institucional: Reforzar la capacidad de las fiscalías especializadas y mejorar la formación de jueces y fiscales en determinantes sociales y otros factores que contribuyen a la trata de personas, el tráfico ilícito de personas migrantes y la migración forzada por factores económicos y de desigualdades que contribuyen a la trata de personas y explotación laboral.
Inspección laboral efectiva: Incrementar el número de inspectores y mejorar los procedimientos de control en sectores con alto riesgo de explotación y de trabajo esclavo.
Atención integral a las víctimas: Implementar refugios y servicios de asistencia psicológica y social para las víctimas.
Prevención del criadazgo: Sensibilizar a la sociedad sobre los riesgos del criadazgo y promover alternativas de apoyo a familias en situación de vulnerabilidad.
Cooperación internacional: Establecer acuerdos bilaterales con países de destino de víctimas de trata para mejorar la detección y asistencia.
Conclusión
La trata de personas con fines de explotación laboral, el trabajo esclavo y el criadazgo siguen siendo problemas estructurales en Paraguay. Aunque el país ha realizado esfuerzos en materia legislativa, es fundamental fortalecer la implementación de políticas públicas que aborden los determinantes sociales de la explotación laboral y que facilitan el reclutamiento de tratantes y traficantes de personas, la protección a las víctimas y la persecución de los responsables.
Es necesario desarrollar políticas diferenciadas para cerrar la brecha entre el ámbito rural y urbano, y promover estrategias de inclusión que aseguren oportunidades para la juventud y fortalezcan su participación en el desarrollo productivo del país.
Sin un compromiso firme y coordinado entre el Estado, la sociedad civil y la comunidad internacional, la erradicación de estas formas de explotación seguirá siendo un desafío pendiente.
Bibliografía
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